Esta tarde, presentamos en Fnac de Alicante, a las 19:00, la segunda edición del primer libro de Jesús Serna Quijada, Girasoles en Venecia.
Jesús Serna Quijada
nació el 22 de septiembre de 1984. Estudió Filología Hispánica en
la Universidad de Alicante y vivió temporalmente en Chile y Madrid.
Además, su interés por el cine lo animó a formarse y,
posteriormente, a formar a otros en el séptimo arte. Prueba de ello
es su página web (www.jesussernaquijada.com),
donde se muestran cortometrajes que él mismo ha dirigido, e incluso
algunos fragmentos de Girasoles
en Venencia.
Y es que durante estos años de inquietudes, viajes y noches de
insomnio, se fue gestando la raíz de la que hoy ya empieza a ser un
inmarcesible girasol: esa planta que mira de soslayo la realidad que
la ilumina. Arraigada ya con esta segunda edición, Jesús nos
describe un mundo fragmentado en plásticas viñetas, fruto de esta
simbiosis de lo real y lo ficticio, lo imaginado; de lo efímero, lo
fugaz, y lo sempiterno. Venecia es la urbe que cubre y descubre una
imagen poliédrica de la persona, en su intimidad y en sociedad.
Hace menos de un año
compartíamos una velada inolvidable en su ciudad natal, en Albatera.
Mari Carmen, sus compañeros de la Facultad, familiares y amigos nos
sumamos a una cita especial: la presentación de Girasoles
en Venecia
en su tierra, donde seguramente ahonden las semillas más profundas
de su obra. Aquella noche Jesús firmaba tímidamente un montón de
ejemplares sobre la mesa del Trivial. Mari Carmen lo acompañaba
siempre con una sonrisa contagiosa. Ambos, seguramente, no imaginaban
que después de aquel mágico día, y tras meses de esfuerzo,
impresiones y trabajo, presentarían Girasoles…
en otros lugares como Santa Pola o Galicia, y Madrid, Murcia y Cox en
los próximos meses. Esta tarde nos reunimos en una de las zonas más
fértiles: Alicante.
Portada de la 2ª edición de Girasoles en Venecia |
“Solo una llave
invisible abre una puerta invisible” es el lema que introduce y
resume Girasoles
en Venecia,
a mí parecer, perfectamente, junto a la contraportada de la primera
edición.
Dicha obra se
compone de 29 relatos de no más de una página de extensión cada
uno. El primero se llama “Lunes otra vez”, por lo que pienso en
un diario del mes de febrero en un año bisiesto, donde el sexo, el
erotismo, la música, lo mitológico, lo escatológico, lo cotidiano,
lo surreal, la religión y lo onírico se conjugan en un mestizaje
que te identifica como persona y te hace reflexionar sobre sugerentes
temas irreales, aunque verosímiles.
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