SOCIEDAD,
FAMILIA Y EDUCACIÓN
PRÁCTICA
Nº 1
ALUMNO:
IGNACIO BALLESTER PARDO
Prof.
Dra. Gladys Merma Molina
1. La
educación, más que para acumular conocimientos, tiene que ser para formar seres
humanos capaces de comprender el mundo, descubrirse a sí mismos, identificar
sus talentos, definir una filosofía y un proyecto de vida que le permita a cada
uno aprovechar todas sus potencialidades y avanzar hacia su plena realización.
En cambio, la instrucción es la capacitación que se da a un individuo para que
esté en posibilidad de realizar un tipo de trabajo en específico.
La educación y la instrucción son enseñanzas
distintas. La primera, la básica y la más olvidada, tiene como objetivo
individualizar a la persona: es decir, permitirle un uso autónomo y crítico
para así poder formar parte de la sociedad; en cambio, la segunda, la
secundaria y, tristemente, la más habitual, ofrece las directrices útiles para hacer algo con éxito.
La educación es humana, mientras que la instrucción es laboral.
2.
La inteligencia es el conocimiento científico, pero también la culminación de
la inteligencia es la conducta idónea. El ser humano nace con necesidades que
tiene que satisfacer, no sólo lo biológico. La vida es una sucesión
interminable de problemas y estos no son sólo datos como los que encontramos en
un ordenador. La inteligencia es el conjunto de operaciones que nos permiten salir
adecuadamente de una situación problemática. Algunas de esas operaciones son
cognoscitivas (ver, relacionar, compara, inferir, recordar), pero hay otras
operaciones evaluativas, constituyen el campo de la experiencia afectiva.
La
inteligencia es muy amplia. El hecho de que reflexionemos sobre estos conceptos
ya conlleva una inteligencia, pues esta no solo se consigue o se
cultiva con datos y teorías, sino que la práctica, “el conjunto de operaciones
que nos permiten salir adecuadamente de una situación problemática”, es lo que
realmente culmina y afianza una experiencia necesaria para mejorar a la
sociedad y prosperar.
3.
El adiestramiento es aprender y dominar una destreza al realizar una tarea
concreta y específica, no un conocimiento conceptual. Se domina por imitación y
repetición hasta el automatismo.
El
adiestramiento es útil para animales, pues no compartimos lenguaje (al menos
todavía), pero para un ser humano que razona, es incomprensible. ¿Qué sentido
tiene adiestrar a alguien a parte de confirmar una ineptitud? ¿Quién es quién
para estar seguro de que lo que adoctrina es lo idóneo? Somos seres erróneos,
por ello debemos evitar que nos imiten (“hasta el automatismo”). Solo superando
los defectos humanos, inteligentemente, alcanzaremos una educación.
4. Los procesos que suceden en las
aulas, en las situaciones de educación formalizada pueden intentar o no cubrir
todos los aspectos de la persona del educando. En virtud de qué resortes y cómo
pretenden activarlos, tendremos unos modelos u otros de efectuar la relación
educante.
El aula es el espacio donde se
desarrolla la madurez del intelecto. El joven ser humano que acude a su pupitre
debe relacionarse con el resto de alumnos, pero también con el docente. Los
educandos se modelan, para bien o para mal, a través del educador; y viceversa.
Educador y educando, pues, son elementos de una misma necesidad: la educación.
5. La educación es un proceso activo
del sujeto que se educa, es decir, el educador promueve, refuerza, ayuda a
alguien para que se eduque; no obstante, lo que realmente educa es la puesta en
acción de los conocimientos del sujeto.
La educación es incompleta sin práctica.
La teoría es la base de una experiencia real y vital. De ahí que sean
fundamentales las nuevas propuestas que se vinculan con los espacios y el uso. El
enfoque comunicativo, por ejemplo, pretende eso: no usar como base la gramática
para aprender una lengua, sino su manejo en el contexto, su uso.
6. El hombre es educable a lo largo
de toda su existencia, o si se quiere posee "educabilidad". Ese
“hacerse” esencialmente humano se sustenta en la posibilidad de modificación,
de cambio, de perfeccionamiento, en su caso. Desde una perspectiva operativa y
funcional, la educabilidad se irá definiendo y concretando en función de la
calidad-cantidad de interrelaciones del individuo con el medio.
Algo que me aterroriza es la muerte.
No el fin en sí, sino la pérdida. El desperdicio de esa educación que crece y
se enriquece durante la existencia me irrita. ¿Cómo se puede mantener y heredar
la inteligencia? A través de los libros, de la comunicación, de las relaciones
humanas y, sobre todo, de la práctica. La persona aprende y aprehende, y tras
su muerte no se desprende totalmente de la educación que adquiere si otro más
joven la renueva. Esa es la base y causa de un mundo mejor: de una sociedad.
ESCRIBE DOS EJEMPLOS DE INSTRUCCIÓN,
DOS DE FORMACIÓN Y DOS DE EDUCACIÓN
Ejemplos de instrucción:
-Enseñar
a sentarse a un perro.
-Ordenar
el desfile de un ejército.
Ejemplos de formación:
-Ordeñar
a una vaca.
-Clavar
un clavo.
Ejemplos de educación:
-Leer.
-Pensar.
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