martes, 27 de mayo de 2014

"Cómo dar clase de Lengua y Literatura españolas mediante TIC a los que no quieren"



Imagen de Docsity
En una clase suele haber alumnos que no quieren estudiar, bien porque desean trabajar y asisten obligados al instituto, bien porque pertenecen a un ámbito familiar desestructurado que altera el proceso de enseñanza-aprendizaje[1] en la adolescencia. No obstante, mediante este trabajo tratamos de demostrar la hipótesis de que mediante el uso de las TIC es posible dar clase de Lengua y Literatura españolas[2] a los que no quieren.


Libro de Joan Vaello


A raíz del libro que Joan Vaello Orts publica en 2007, Cómo dar clase a los que no quieren[3], conjugamos la teoría de motivación que aquí se expone con un enfoque comunicativo que atraiga a los que no quieren (QNQ[4]), siempre haciendo hincapié en la competencia en el tratamiento de la información y competencia digital. Así pues, tratamos de actualizar la metodología que expone Vaello hace ya casi 10 años y dar respuesta a la pregunta que titula su libro “¿Cómo dar clase a los que no quieren?”: con ejemplos prácticos de posibilidades que existen actualmente, y antes no, en las TIC[5]. El análisis que presentamos a continuación va dirigido a 4º de ESO por dos motivos: por tratarse del último curso de la educación secundaria obligatoria y por contar con adolescentes que ya manejan con soltura las TIC. Los jóvenes de 15, 16, 17 e incluso 18 años asisten por última vez a clase de forma obligada, por lo que se crean y se enfrentan ambientes conflictivos, fruto de las inquietudes y de las necesidades de cada alumno, lo cual no favorece la enseñanza-aprendizaje. Como futuros profesores, y tras las prácticas realizadas en el IES Enric Valor de El Campello, estudiaremos a los alumnos QNQ por ser mayoritarios; sin olvidar, obviamente, la importancia de satisfacer a aquellos que quieren. Mediante tecnologías de la innovación y la comunicación plantearemos una metodología que relacione al alumno con el profesor en torno a un objetivo común: querer aprender, recíprocamente; pues del mismo modo que el alumno debe crecer con los conocimientos por los cuales le guía el docente, también este último debe actualizarse y formar parte de la evolución tecnológica que frenéticamente avanza desde los más jóvenes: nuevos lectores por los textos (hipertextuales) y la manera de leer (intermitente y colaborativa).

El nuevo árbol de la ciencia
Hay que tener en cuenta que el uso de dispositivos y aplicaciones móviles puede ser un arma de doble filo para dar clase a los que no quieren. A veces se convierte en la principal causa del desinterés, desmotivación y desconcentración en el aula; ahora bien, existe una forma de dirigir esta herramienta tan útil para inmiscuir al alumno en el proceso de E/A y hacer que quiera, que participe y que colabore en este conocimiento cooperativo que es la educación.

Así pues, en estas líneas planteamos una problemática observada durante las prácticas (la existencia de alumnos que no quieren que les den clase) y generamos una propuesta para solucionarla, convirtiendo a los QNQ en QSQ a partir de las TIC; dentro de nuestra especialidad y con ánimo de servir al resto de materias[6].


[1] Nos referimos al proceso de enseñanza-aprendizaje (E/A) por considerarlo base de la educación actual (mediante TIC): a través de un aprendizaje cooperativo (que empalice con el alumno) y un enfoque comunicativo (que lo motive).
[2] Hablamos de Lengua y Literatura españolas para referirnos a la materia obligatoria de la educación secundaria que recibe el nombre de “Castellano” por tratar esta de la lengua y la literatura en el idioma español, y no solo de la escrita en Castilla.
[3] Para este trabajo nos basamos en la edición que Graó publica en Barcelona en 2011.
[4] Utilizamos esta sigla a raíz de Joan Vaello.
[5] Somos conscientes de las dificultades económicas por las que atraviesa el sistema educativo público, pero también estamos seguros (y orgullosos) de que actualmente, en España, el acceso a un ordenador está al alcance de cualquiera. Aunque las instalaciones del centro educativo no cuenten con los medios suficientes para explotar las TIC, en cualquier biblioteca, domicilio o comercio existe conexión a Internet. En el aula se guía al alumno; es en el resto del tiempo donde se explotan estas dinámicas.
[6] Este trabajo se fundamenta en una primera parte teórica (aunque, al tratarse de una problemática-propuesta, se alude constantemente a ejemplos prácticos) donde se describen los cuatro aspectos que permiten dar clase a los QNQ, y una segunda parte práctica en la que se alude de forma concreta a tres usos de las TIC con los alumnos de 4º de ESO que menos interés tienen y muestran en el aula.

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