Ériq Sáñez (Ciudad de México, 1986) ganó el Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri
2014 con La novela zombi (Conaculta): un conjunto de relatos breves que recrean una historia del ser
humano y sus alrededores, con una voz propia que conjuga oralidad y poesía.
Ériq Sáñez |
Ériq Sáñez estudió Lengua y Literaturas
Hispánicas en la UNAM. En 2010 obtuvo el Premio Nacional Punto de Partida. Ha
sido colaborador en Confabulario, Este País, Luvina, Timonel, Replicante, Penumbria y Nagari Magazine.
Parte de su trabajo poético está incluido en Poetas siglo XXI. Antología de poesía.
"Poema de Alexandre", de Ériq Sáñez |
“Y así en tierras horribles e de bestias iradas”, Ériq satiriza las
costumbres, los comportamientos absurdos y los ininteligibles recodos de la
realidad donde solo el ser humano es capaz de suspender un examen sin preguntas. El Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri 2014 (la convocatoria de este año está abierta hasta el 27 de marzo) observa nuestros síntomas desde
“Cantina México 70”, “La cola del banco” o incluso esa “Pinche dimensión
desconocida” que, cuentan, sirve de refugio en la Ciudad de México: como “El
aleph engorgordado”. Un ejemplo de hiperbrevedad eudaviana es el cuento
titulado “Cristo”:
Vino a salvarnos y
luego, otra vez, vino. (24)
Escribo estas líneas escuchando a Mariah
Carey. Y me dan ganas de volver a releer La
novela zombi, en voz alta (como merecen los buenos textos), para detenerme
con cada palabra mexicana y mirar a través de ese vidrio del que rebosa un
líquido que pocos se atreven a beber. Solo los zombis que habitan este mundo. O
viceversa. Así gira “La esfera” (el decimoséptimo relato de treinta y seis):
Se
sintió desdibujado como un vaso al sentir cuando una gota lo satura, no
sabiendo si es de vidrio o si es de agua. (44)
En “Adiós, Susanita” el vaso parece la
página que se rompe pero no se dobla:
Los rites
de passage de Arnold van Gennep se separan en el relato “Iniciación” para
un retorno infinito; como esa poesía que, ambulante, se vende en el metro:
“Damitas,
caballeros, mire le venimos a presentar aquí una selección de mi propia
inspiración. Mire usted, soy músico y para solventar mis estudios, en vez de
asaltarlos les traigo unas melodías p´amenizarles el trayecto y ésta se llama Mi Flor”. (69)
Muestra de esta poeticidad (p. 55) es el primer comentario en la última foto(26/01) de Instagram |
“La cola del banco” parece una prosa
poética del chileno Raúl Zurita, por el ritmo, el estribillo, las
reiteraciones..., no abusivas, sino prismáticas (como los vasos que, a galope,
acogen y deforman al tequila); otorgando un nuevo punto de vista a esa ru(t)ina
“de la desolación y la esperanza”.
Ériq Sáñez se une a las Ficciones del mismo modo que la efe y la ele en su
texto: ampliando el lazo del horizonte hasta el origen (α).
Si todavía dudan si comprar #LaNovelaZombi, quizá “Látex”
o el audio de Letras libres les ayuden a decidirse.
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