Safari accidental, de Juan Villoro

Para conocer un país hay que saber de qué se ríe.

Juan Villoro

Hoy me gustaría hablar (siempre he querido decir esta frase) de Juan Villoro (Ciudad de México, 1956), narrador y periodista mexicano que reunió este año algunas de sus mejores crónicas (ornitorrincas) en Safari accidental (Planeta, 2015).

            El escritor mexicano organiza sus textos en cinco partes: «Familia y multitudes», «Alto volumen», «Territorios», «Fetiches» y «Lejos del escritorio». En todos ellos prima el humor como exploración humana y social. La reflexión informal nos sirve para conocer (e incluso llegar a entender) terrenos y épocas complejas, tal como lo expone en Conferencia sobre la lluvia.

            El Villoro más taxonómico, resume en «El libro negro» el día más festejado de su país en relación con su biografía: «Nací en septiembre, “mes de la patria”, entre la proclamación y la consumación de la Independencia. En vísperas de mi cumpleaños se venden banderas de todas tallas: S para la antena del coche, M para agitar en un estadio sin taparle la vista a los de atrás, L para no pasar frío en la fiesta del día 15 y XL para amanecer con la novia el 16» (29).

            En «Dramáticos placeres: el chile mexicano» se encuentran algunas de las mejores ideas sobre el alimento más famoso del país norteamericano (sí, EE.UU., México también lo es). Las palabras de Villoro esbozan un plano nítido de la realidad, desde abajo, como un plano cinematográfico a lo ornitorrinco: «la vida en compañía del chile está acompañada de toda clase de aventuras gastrointestinales, a tal grado que hemos hecho de la diarrea una forma del patriotismo» (200); «Esta pedagogía del ardor avanza hasta la graduación en la que el discípulo ya no sabe si le gusta lo que le pica o le pica lo que le gusta» (202).

            La idiosincrasia mexicana se comple(men)ta con otros personajes como los Rolling Stones, Fidel Castro o Augusto Monterroso. Asimismo, el arte de narrar lo sucedido (y sus alrededores) viaja desde Tijuana a Disney Wor(l)d, pasando por Tequila. Juan Villoro es uno de los oradores más atractivos. Junto a Gonzalo Celorio, escucharlo es leerlo, y viceversa.