miércoles, 2 de diciembre de 2015

Mexicanos en una nuez

Hace unos meses, en la XV Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, Paola Tinoco presentó su antología de microrrelato Mexicanos en una nuez (Hormiga Iracunda, 2013). Se terminó de imprimir hace ya dos años, pero sigue encerrando muchas novedades. Estos días se destapa en la FIL de Guadalajara.

            Jorge F. Hernández, Ana Clavel, Alberto Chimal, José Luis Zárate, Erika Mergruen, Rogelio Guedea, Luisa Reyes Retana, Ashauri López, Élmer Mendoza y Bibiana Camacho presentan, cada quien, tres relatos en esta cápsula de la palabra y la imagen. (Nota al hambriento: La imagen no se ve si no se abre).
            Sorprende, una vez más, lo que hace Alberto Chimal. En «Tresenrama» el texto se dispone en celdas, a modo de tablero blanquinegro. La lectura se mueve, partiendo de lo vertical.
            José Luis Zárate condensa lo fantástico en «Libros»: «Sólo podía leer libros de horror con los ojos cerrados» (31). Rogelio Guedea, por su parte, describe lo absurdo de nuestros comportamientos; mientras que Ashauri López lanza tuits que atentan contra la realidad, todavía cruda. El texto «Callejón sin salida», de Élmer Mendoza, es solo una palabra. Pero no la diremos aquí, vang a tener que leerla ustedes si quieren saber cómo, junto al resto, existen nuevas formas de hablar de los temas que nos rodean e inquietan.

            Igual que Alfonso Reyes en su Capilla Alfonsina, el microrrelato viaja en un pesero lleno de gente que lee y escribe; no siempre en orden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario