Juan Antonio
Ríos (2015: 35)
Nos vemos en Chicote. Imágenes del cinismo y el silencio en la cultura franquista (Renacimiento/ Universidad de Alicante, 2015) es el reciente ensayo de Juan Antonio Ríos Carratalá (Alicante, 1958).
¿Qué hay detrás de una sentencia de muerte? ¿Por qué es importante rastrear el
franquismo todavía? El lunes a las 20:15 h. en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante, Ríos
presentará su libro.
El autor de Nos vemos en Chicote es catedrático de Literatura Española en la
Universidad de Alicante. Obtuvo el premio de la Crítica Valenciana en 2013 y
entre sus publicaciones recientes destaca La
mirada del documental. Memoria e imposturas (UA, 2014), de la cual hablamos
en este blog al relacionarla con la impostura de Javier Cercas.
Juan Antonio Ríos es el Woody Allen
de la investigación. Además de la ironía y la crítica de sus trabajos, nos
acostumbra (como mínimo) a una obra anual. Esta vez destapa algunos
comportamientos hipócritas y absurdos tras la Guerra Civil española. Nos vemos en Chicote hace alusión en su
título a la coctelería de la Gran Vía
madrileña en aquella época. ¿Cuál sería hoy el bar o el punto de encuentro para
estas tramas (por un tiempo) clandestinas? Salvando las distancias, quizá el
palco del Bernabéu reuniría dicha calaña...
Pero seamos serios, como se señala
en la introducción del libro, «este trabajo forma parte de la línea de
investigación del grupo “Memoria, identidades y ficciones” (MIF) (VIGROB 121),
de la Universidad de Alicante, que colabora en el proyecto emergente “Historia
y poéticas de la memoria: La violencia política en la representación del
Franquismo (1977-2007)” (GRE 13-29)» (7).
El ensayo se compone de seis
cócteles: «El juez humorista y otras historias de la victoria» (Manuel Martínez
Gargallo), «El expediente judicial de un periodista» (Diego San José), «El
falangista, la costurera y la marquesa» (Manuel García Bengoa, Gloria Meca y
Carolina Meca), «El “deber cívico” de un libretista zarzuelero» (Federico
Romero Sarachaga), «El fusilamiento de un caricaturista» (Vicent Miquel i
Carceller) y «Epílogo con aromas de cocaína en flor» (Carmelita Aubert). Cada
uno de estos cócteles da para varios chupitos, breves pero intensos.
El cinismo es una condición humana: «La
memoria es selectiva por necesidad y parece haber borrado las experiencias
negativas o mediocres para tranquilidad del consumidor, que vive y busca su
identidad en un inevitable presente» (12).
Entre los datos que aportan estos
archivos consultados por el profesor de la Universidad de Alicante, destaca la
persecución que sufrió Miguel Hernández por su labor periodística y no por la
poética, según podríamos pensar (cfr. 87-90).
Y una de las posibilidades que
plantea este tipo de trabajos es conectar la tragedia de hace setenta y cinco años con lo que está pasando ahora.
Hacerlo desde la comedia, el humor o
la sátira es una forma de explicar el pasado en el presente, y viceversa.
Ejemplo de este diálogo es «Charlie Hebdo,
no fuimos nosotros» (267).
La Historia está llena de anécdotas, de historias que ni el mejor guion cinematográfico podría imaginar. «La
historia es rácana [¿y rancia?] a la hora de reconocer “la fuerza de los
débiles”, sobre todo en provincias» (270).
Las entrevista a Ríos en Cadena Ser o el artículo de Guzmán Robador en Público pueden completar esta lectura.
Si queremos estar al tanto de cómo
Ríos recupera el pasado hollywoodiense, este es su blog: http://varietesyrepublica.blogspot.com.es/,
donde aparece, entre otras cosas públicas, la reseña que Ignacio Martínez de Pisón publica en La Vanguardia de Nos vemos en Chicote.
El lunes 8 de febrero a las 20:15 h. en la Sede Ciudad de Alicante,
Juan Antonio Ríos Carratalá presentará Nos
vemos en Chicote junto a Carmen Alemany Bay, catedrática de Literatura Española
e Hispanoamericana en la Universidad de Alicante, y Pablo Rosser, jefe del
Departamento de Memoria Histórica Municipal de Alicante.
¡No al silencio!
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