En la tristeza, unámonos. Esta tarde se
celebra el I Encuentro «¡Bares, qué lugares!» que organiza ALEPH (Asociación de Jóvenes Investigadores de la Literatura Hispánica). Tendrá
lugar en Madrid, en Liber Arte, Cantina cultural (C/ Calatrava 6), desde las 18 h. a medianoche. Gracias a quienes son jóvenes, investigan y aman los bares, podremos compartir la literatura de una manera distinta a la convención. Ahí viene
el programa y un resumen del tema que nos ocupa (junto a un video del homenaje
que se le brindó y presenciamos hace un par de años).
El
Bar Alejandro en el poeta Amalio Gran; y viceversa
(Andrés) Amalio
García Gran (Villena, Alicante, 1957-2006) nació cerca del bar que daba nombre
a su padre ‒también a su hermano‒ y que el poeta pasó a regentar junto a su
familia. Desde los sesenta del siglo pasado hasta 2012, este ha sido el lugar
de encuentro de jóvenes antifranquistas que vi(vi)eron la transición cerveza y
lápiz en mano. Allí llegaban las modas y las artes que motivaban una revolución
también desde la poesía. Uno de sus dueños comenzó a escribir en este ambiente
de bohemia y compromiso intelectual. Aunque en sus versos reconoce que «Del
amor no te hablo / ni de la lluvia ni de los bares», es innegable la influencia
que la taberna tiene para quien representa, asimismo, las características del
autodidacta de provincias que cumple con los tópicos del amor, la denuncia y el
diálogo con la música o los mal llamados géneros menores; a la vez que ofrece
una peculiarísima poética del bar, recuperada ahora de las servilletas desechables
a su página web: http://amaliogran.com.
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