Paraninfo de la Universidad de Alicante |
Raúl Zurita
(Santiago de Chile, 1950) fue investido como Doctor Honoris Causa por la
Universidad de Alicante el 5 de marzo de 2015. Por este motivo ‒para justificar
y demostrar que el poeta chileno merecía tal distinción, la máxima‒, se celebró
el Coloquio Internacional “Alegoría de la desolación y la esperanza: Raúl Zurita y la poesía latinoamericana actual”. A continuación reseñamos brevemente
las ideas que fueron motivo de debate durante estos días en torno al Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti, y algunas reflexiones con las que
Zurita, avergonzado pero feliz, nos consoló en su discurso “Son importantes las
estrellas: poesía y adversidad”, y efectivamente tiene que ver con la vergüenza.
¿Por qué un ingeniero es poeta?
Aunque no es la mejor manera de responder, lo hacemos con otra pregunta: ¿por
qué no? Porque una de las principales características que requiere quien escribe
poesía es el ingenio. Otro rasgo importante que conforma tal creación (aunque
no es motivo de orgullo) es la vivencia de sufrimientos que merecen expresión.
Y Raúl Zurita cuenta con ambas: la capacidad de construir un lenguaje nuevo (así
lo argumenta su padrino José Carlos Rovira) y la experiencia de haber sufrido en
primera persona la dictadura chilena que en 1973 supuso un parteaguas en el
ingenio y en la poesía (si es que no son la misma cosa).
Inauguración del Coloquio Internacional (Eva Valero, Raúl Zurita, Carles Cortés, Juan Mesa, Ulpiano Lada y José Carlos Rovira) |
En el prólogo de una de sus obras
más comentadas, Anteparaíso (1982),
Raúl Zurita se declara infeliz: “hacemos literatura, arte, música, sólo porque
no somos felices”. El Canto a su amor
desaparecido (1985), recién editado por Delirio en febrero de 2015, es un
poema triste, de la desolación, que nunca debería haber sido escrito. Formar
parte de los detenidos por la dictadura no es algo de lo que Zurita presuma.
Sin embargo, es la causa de su vergüenza. No de su obra. Él no es autor de lo
que escribe, solo uno más de esos desaparecidos, torturados y asesinados. Así lo
poetiza en su prosa (siempre poética) “Mi nombre: Akira Kurosawa”: “Yo
sobreviví a una dictadura, pero no a la vergüenza”.
El editor de Zurita en España, Fabio
de la Flor, de Delirio, estuvo estos días en Alicante, acompañando al autor de
la obra total, Zurita ([Santiago de
Chile, 2011] Salamanca, 2012). Fabio no se arriesgó (como muchos le advertían)
con la publicación del último libro del poeta chileno. “Cualquiera que lea esta
experiencia poética, fresca, novedosa, tiene la seguridad de que es un buen
texto. Y con los buenos textos no se duda. El riesgo no existe”. Fabio ha leído
ya decenas de veces las 750 páginas que conforman el tomo único, blanco
inmaculado. Y coincide con la estructura que Ignacio Yarza organiza en su
trabajo “Tres aproximaciones a Zurita”.
El representante de Delirio explica que Zurita es un escritor que cuida al
máximo sus ediciones. ¿Acaso un escritor puede ser de otro modo? Cada palabra
debe ocupar el lugar que los borradores organizan, limpios, pulcros, medidos;
con una precisión que sorprende (a la vez que enternece) viendo a su autor
desplazarse lentamente, arrastrando los pies, con pequeños pasitos que parece
que se vayan a chocar, pero no lo hacen, la sonrisa al final de su inclinado
cuello es el equilibrio.
Raúl Zurita y su "Escritura Material", en el MUA |
Raúl Zurita es también un ejemplo
del humanismo renacentista que recupera con sus versos gráficos en la
exposición “Escritura Material”, inaugurada estos días en el Museo de la
Universidad de Alicante. Pavella Coppola, con una retórica atractiva y cercana,
defiende la relación entre artes; sobre todo la que, sin duda, une a la
literatura y a la pintura, y viceversa. Collin Still y William Rowe (Producción
Optic Nerve, Ltda., Londres/ Universidad Diego Portales) han documentado la
escritura en el desierto del poeta chileno ¿sucesor de Neruda? Como en el “ni pena
ni miedo” de Atacama, la distancia lo dirá.
Teodosio Fernández en el Salón de grados |
Para
Teodosio Fernández, con su comunicación “Raúl Zurita: el poeta en nuevos
tiempos de miseria”, la dictadura chilena no fue la causa de su poesía (pues
antes ya había publicado, por ejemplo, el Sermón
de la montaña, 1971, o Áreas verdes,
1974); sin embargo, en nuestra opinión, la conflictiva situación de Chile
influyó en toda la obra posterior. La poeta mexicana Valerie Mejer cree que el
caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa está transformando la poesía y la
forma de dedicarse a ella. Y este cambio es positivo, pues, según la poeta
española Fanny Rubio, el compromiso con el pasado, así como su explicación, es
tarea de la literatura.
El CeMaB con #ZuritaenlaUA (hastag del homenaje) |
La
naturaleza visual de José Carlos Rovira, las ciudades de agua de Eva Valero, el
diálogo de Benito Elías, la música de María Soto Caracena, la dislocación de
Cándido Pino, el espacio de Alejandro Jacobo, la geografía de Jorge Olcina, las
propuestas didácticas de Isabel María Gómez y la lectura 2.0 de José Rovira,
así como la Biblioteca de Autor “Raúl Zurita” de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, riegan la araucaria que ya acompaña a la palmera de Benedetti.
Ambas necesitan mucha agua. Y la Universidad de Alicante tiene. Tiene agua. De
la que también beben los poetas, quienes recitaron en la Librería Pynchon &
Co, la Sede de la Universidad de Alicante (Av. Ramón y Cajal, 4) y en el nuevo
edificio (calle San Fernando, 40). El Clan Cabaret se llenó, y Zurita cantó. Es
otro cuando recita. Es otro cuando habla. Me gusta más oírlo que leerlo. Pero
si no lo leo no lo oigo.
Zurita bebe agua en Clan Cabaret, junto a José Carlos Rovira |
Qué vínculo tiene Zurita con las
mujeres de la dictadura pregunta Niall Binns. Está feo responder con una
pregunta, más por segunda vez, pero: ¿qué vínculo no tiene?
Discurso de Raúl Zurita |
En la web de
Intercomarcal se puede ver el acto de investidura:
http://www.intercomarcal.com/i.php?accion=1&codigo_noticia=63175&m=n&p=
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