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| El CeMaB, lleno en la inauguración del Seminario |
La semana pasada
(del 4 al 6 de mayo) se celebró el Seminario «Textos esenciales de Rubén Darío»,
dirigido por José Carlos Rovira y Miguel Ángel Auladell, en el Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti de la Universidad de Alicante. Los lectores y estudiosos del poeta nicaragüense
comentaron su obra cien años después de su muerte.
A continuación destacaremos por
orden de participación algunas características de Darío que escuchamos en las
dieciocho comunicaciones de diez instituciones distintas.
El miércoles, Eva Valero y Alejandro Jacobo moderaron una
sesión que comenzaba con el poema más famoso del modernista y terminaba con una
prosa, pasando por los homenajes y las innovaciones formales de textos que
escribió y no, estableciendo así un parteaguas entre los textos antes y después
de Darío. Javier Díez de Revenga (Universidad de Murcia) analizó
pormenorizadamente «Lo fatal», haciendo gala de su experiencia y gracia
docente. José Carlos Rovira (Universidad de Alicante) expuso de forma dinámica y
abarcadora la «Letanía de nuestro señor don Quijote», conmemorando también el
centenario de Cervantes. Álvaro Salvador (Universidad de Granada) hizo hincapié
en el paisaje cultural de «Era un aire suave». Miguel Ángel Auladell
(Universidad de Alicante) atendió al movimiento literario en España con «Manuel
Reina», destacando la crítica de Pedro Salinas. Víctor Manuel Sanchis Amat
(Universidad Católica de Murcia) analizó «Algunos poemas que Rubén Darío (no)
pudo escribir», mostrando el ritmo y la rima del nicaragüense en Antonio
Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández. Ferran Riesgo (Universidad
de Alicante) se atrevió con la prosa y recuperó el terror del cuento «La larva».
Al final de cada sesión hubo tiempo para debatir sobre (in)finitas
interpretaciones.
El jueves, Beatriz Aracil y Miguel Ángel Auladell presentaron una tarde de lo más variada, en cuanto a elecciones darianas y procedencias.
Francisco José López Alfonso (Universidad de Valencia) leyó el «Poema de otoño»
profundizando en la mitología de la esfinge. Remedios Mataix (Universidad de
Alicante) nos contagió la fuerza de «El triunfo de Calibán». Juana Martínez
Gómez (Universidad Complutense de Madrid) explicó el cuento «El rubí» desde uno
de los elementos preciosistas que aún destellan. Alfonso García Morales
(Universidad de Sevilla) trazó las correspondencias entre «El Reino Interior» y
el resto de su obra. Joaquín Roses (Universidad de Córdoba) estableció con los
ocho versos de «Filosofía» la poética de Darío. Carmen Ruiz Barrionuevo
(Universidad de Salamanca) comentó el subgénero que innovó el autor de Cantos de vida y esperanza en «Epístola
(A la señora de Leopoldo Lugones)». Los animales configuraron una cosmovisión
para interrogar al lenguaje.
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| Lectura en el Rincón de los poetas |
El viernes, Carmen Alemany estuvo al
tanto del cierre del Seminario, tras una lectura en el Rincón de los poetas.
Alejandro Jacobo Egea (Universidad de Alicante) deshojó el «Trébol» que
inauguró los aplausos a Góngora. Miguel Ángel Pérez Priego (UNED) hizo un
trabajo de comparación entre «Dezires, layes y canciones de Prosas profanas». Yo analicé un poema
que no fue incluido finalmente en su libro de 1896, quizá por la sensualidad
descrita entre lo apolíneo y lo dionisiaco. Rocío Oviedo (Universidad
Complutense de Madrid) nos ilustró con el primer poema de Cantos de vida y esperanza, dedicado a J. Enrique Rodó. Nial Binns
(Universidad Complutense de Madrid) contextualizó de forma magistral «Pax». Y
Teodosio Fernández (Universidad Autónoma de Madrid) releyó el «Responso a
Verlaine» poniendo el colofón a la lectura y a la docencia.
Con motivo de la cita, Onda Cero entrevistó a Miguel Ángel Auladell, director del Seminario junto a José Carlos
Rovira.
El CeMaB rindió homenaje a Rubén
Darío leyéndolo. En este marco ya organizan el Congreso Internacional «El Inca Garcilaso en dos orillas: conmemorando los 400 años de su muerte»,
que tendrá lugar del 23 al 25 de noviembre y para el cual se puede enviar una
propuesta de participación antes del 30 de mayo.
«Dichoso el árbol», pero nosotros
sentimos.
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