Esta semana hubo teatro en Alicante.
Gratis. Lo que siempre se agradece, aunque todavía no es suficiente motivo para
llenar las butacas. El martes Vicent Bendicho Cascant estrenó en el Teatro
Arniches L´hora de la bugada en la XV
Edició del Premi de Teatre Breu en Valencià Evarist Garcia; y el jueves Jorge
Muñoz dirigió La maratón de Nueva York
(del italiano Edoardo Erba) en el Auditorio de la Diputación de Alicante,
gracias, una vez más, al Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.
Un grupo de dolçainers recibió el martes
a las 20:00 en la entrada del Teatro Arniches a Vicente Bendicho, ganador del
Premi de Teatre Breu en Valencià Evarist Garcia. Vicente Bendicho es licenciado
en Comunicación Audiovisual por la Universitat Politècnica de València y cuenta
con un Máster de Guion de Ficción para cine y televisión por la Universidad
Pontífica de Salamanca. El pequeño patio de butacas se iba llenando mientras
Juame Lloret Esquerdo presentaba la obra L´hora
de la bugada, dirigida por David P. Sañudo y representada por Ferran Gadea
(Rafael) y Álvaro Navarro (Jordi).
En poco más de media hora los dos personajes reflexionan sobre los valores vitales que cada vez forman menos parte de nuestra formación educativa. Un joven emprendedor (Jordi) hace de payaso en la fiesta de cumpleaños del hijo de un conformista trabajador (Rafael). En el descanso ambos coinciden en el trastero donde se lava la ropa: escenario de la quijotización y sanchificación de dos visiones distintas de la vida, de la felicidad y de la sociedad. El humor y el perdón se conjugan en un drama nacido seguramente de la crisis económica que sufrimos desde 2008, o de cualquier otro debate interno que se exterioriza tras la máscara de dos actores cercanos y sencillos; como los problemas vitales que muchas veces magnificamos por estereotipos universales. El final me inquietó, pensé que se cerraría de forma más tajante esta pequeña historia cotidiana; aunque quizá la apertura sea una invitación para que el espectador asocie posibles prendas a l´hora de la bugada. Algo parecido ocurrió el jueves a las 20:00 en La maratón de Nueva York. También dos actores (Chechu Moltó y Joaquín Mollá) encarnan esta vez a dos jóvenes que quedan para salir a correr de cara a la preparación de la maratón de Nueva York. Las conversaciones giran en torno a un recorrido inmóvil, a través de un escenario únicamente decorado por luces y sonidos que ambientan una fría madrugada. Las mismas dudas de los protagonistas asaltan a quien corre, o bien a cualquiera que alguna vez se haya planteado una meta. Unos diálogos naturales, a veces machistas, pero siempre (tristemente) verosímiles, se enfrentan al orgullo de uno y a la ingenuidad de otro, y viceversa. Qué difícil debe de ser actuar corriendo y declamar inteligiblemente, casi sin parar, durante los 59 minutos que imaginamos parpadeantes en la muñeca de quien está tan ligado al tiempo. Como en L´hora de la bugada, el final sorprende, aunque posiblemente no tanto como el público espera de tan in crescendo obras.
Escenario del ADDA antes de La maratón de Nueva York |
Aparte de esta opinión personal,
seguramente errónea, hay que agradecer que podamos disfrutar en Alicante de
estos espectáculos, tan bien contextualizados y causantes de una reflexión
vital: el principal objetivo del arte.
Entre otros medios de comunicación, el
Información habla de L´hora de la bugada,
y El País y La Verdad de La maratón de
Nueva York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario