viernes, 20 de noviembre de 2015

Lecciones del 68: ¿por qué no se olvida el 2 de octubre?

Lecciones del 68
El Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México expone hasta enero de 2016 «Lecciones del 68. ¿Por qué no se olvida el 2 de octubre?». Casi cincuenta años después, la tarde lluviosa de aquel miércoles trágico resuena y conecta, tristemente, con las recientes desapariciones. Ambos tienen, entre otros, un punto en común: los estudiantes.

Calle García Lorca, desde la puerta del Museo de Memoria
y Tolerancia
            A partir de La noche de Tlatelolco (Ediciones Era, 1971) de Elena Poniatowska, Sergio Aguayo, Alberto del Castillo, Luis González de Alba, Louise Noelle, Kate Doyle, Jacinto Rodríguez Munguía, Adán García y Anuar Ortega, entre otros, cuentan qué ocurrió aquel año, cómo desembocó la militarización del gobierno contra el movimiento estudiantil justo antes de las primeras Olimpiadas en un país Latinoamericano, y qué secuelas tuvieron y tienen aquellos y estos crímenes inexplicables.

Puerta de acceso a la exposición temporal
             Antes del dos de octubre de 1968 tuvieron lugar algunos movimientos estudiantiles que el ejército trató de disgregar. Así lo muestra uno de los negros paneles: en marzo de 1960, en la Ciudad de México, el ejército ocupa la Escuela Nacional de Maestros; un mes después, en Puebla, se enfrentan estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) y miembros del Frente Universitario Anticomunista, ocasionando decenas de heridos; en noviembre de ese mismo año, en Chilpancingo (Guerrero), una huelga exige la autonomía de la Universidad de Guerrero. Por otro lado, en mayo de 1963, en Morelia (Michoacán), se crea la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED) cercana al Partido Comunista Mexicano (PCM); el quinto octubre previo al 68, en Ciudad Juárez (Chihuahua), marca la huelga de los Estudiantes de la Escuela Superior de Agricultura; un octubre después, de nuevo en Puebla, los estudiantes crean un movimiento popular en el que participan trabajadores y campesinos con sus demandas; en abril de 1965, en la capital del país, el gobierno reprime una manifestación estudiantil en repudio de la guerra en Vietnam, entre otras agrupaciones de izquierda; en agosto de ese mismo año, en Villahermosa, Tabasco y Veracruz, hay movilizaciones estudiantiles con la consecuente huelga de la Universidad Veracruzana. Mueren cinco militares. En abril de 1966, en el DF, el rector de la UNAM, Ignacio Chávez, renuncia por las reacciones contra sus cambios en los planes de estudio. En octubre de 1966, en Culiacán (Sinaloa), el movimiento estudiantil logra la autonomía de la Universidad de Sinaloa; en marzo del año siguiente, en Hermosillo (Sonora), el ejército detiene a decenas de estudiantes que hacían huelga en la Universidad de Sonora. Un par de meses después, en mayo y junio de 1967, en Ciudad Juárez (Chihuahua) los estudiantes de la Escuela de Agricultura Hermanos Escobar (privada) piden su incorporación estatal. Otras escuelas se unen por lo público. Finalmente, en febrero de 1968, en el Estado de Guanajuato, la CNED organiza una marcha estudiantil por la Ruta de la Libertad para exigir la liberación de los presos políticos estudiantiles. La concentración es disuelta por el ejército y sus líderes son detenidos. Quizá la Revolución cubana permeó en esta dimensión social desde los años sesenta. 
            El dos de octubre cientos de personas llegaron a la Plaza de las Tres Culturas donde esta última palabra fue el blanco de la balacera que desde distintas zonas mató a los jóvenes. ¿A cuántos? Aún no se sabe. Las hipótesis apuntan a más de cien. Si vamos a la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco suele haber gente que explica lo que ocurrió. Ya sean testigos de esa tarde o no, recrean lo sucedido como si contarlo fuera una manera de resolver los problemas que sufre toda la República. ¿Acaso no lo es? La memoria y la tolerancia van unidas en la Historia y en la historia.


            Después de esa fecha ya imborrable seguimos sufriendo la represión y la violencia. Lecciones del 68 cuenta con una cuidada distribución de la información a partir de un diseño claro, atractivo y sugerente.

            Hace poco más de un año Ayotzinapa volvió a colmar el vaso cuyo contenido tarda en evaporarse. ¿Qué vínculos tiene, ambas fechas? La violencia contra la agrupación estudiantil. La bibliografía cada vez es más amplia, pero las dudas siguen siendo las mismas. ¿Por qué?

Zócalo de la Ciudad de México en 1968

Carteles del movimiento estudiantil

Pasillo del horror con objetos testimoniales

Prensa internacioanl tras el 2 de octubre
Porque no debería de ser una respuesta posible
Calle es un sustantivo y (ojalá) nada más
Eje central, junto a Bellas Artes


...68...43...?



Referencias de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas sobre el 68
            Junto al Centro Cultural Universitario Tlatelolco, este trabajo logra, en mi opinión, uno de los principales fines del arte: acabar con los fines, mantener vivo el presente para poder vivir. Aprovechen estos últimos meses. La entrada es libre. ¡Qué palabra! ¿Por qué se olvida?

Mario Benedetti


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