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En una clase suele
haber alumnos que no quieren estudiar, bien porque desean trabajar y asisten
obligados al instituto, bien porque pertenecen a un ámbito familiar
desestructurado que altera el proceso de enseñanza-aprendizaje[1] en la
adolescencia. No obstante, mediante este trabajo tratamos de demostrar la
hipótesis de que mediante el uso de las TIC es posible dar clase de Lengua y
Literatura españolas[2] a los
que no quieren.
Libro de Joan Vaello |
A raíz del libro que
Joan Vaello Orts publica en 2007, Cómo
dar clase a los que no quieren[3],
conjugamos la teoría de motivación que aquí se expone con un enfoque
comunicativo que atraiga a los que no quieren (QNQ[4]),
siempre haciendo hincapié en la competencia en el tratamiento de la información
y competencia digital. Así pues, tratamos de actualizar la metodología que
expone Vaello hace ya casi 10 años y dar respuesta a la pregunta que titula su
libro “¿Cómo dar clase a los que no quieren?”: con ejemplos prácticos de
posibilidades que existen actualmente, y antes no, en las TIC[5]. El
análisis que presentamos a continuación va dirigido a 4º de ESO por dos
motivos: por tratarse del último curso de la educación secundaria obligatoria y
por contar con adolescentes que ya manejan con soltura las TIC. Los jóvenes de
15, 16, 17 e incluso 18 años asisten por última vez a clase de forma obligada,
por lo que se crean y se enfrentan ambientes conflictivos, fruto de las
inquietudes y de las necesidades de cada alumno, lo cual no favorece la
enseñanza-aprendizaje. Como futuros profesores, y tras las prácticas realizadas
en el IES Enric Valor de El Campello, estudiaremos a los alumnos QNQ por ser
mayoritarios; sin olvidar, obviamente, la importancia de satisfacer a aquellos
que quieren. Mediante tecnologías de la innovación y la comunicación
plantearemos una metodología que relacione al alumno con el profesor en torno a
un objetivo común: querer aprender, recíprocamente; pues del mismo modo que el
alumno debe crecer con los conocimientos por los cuales le guía el docente,
también este último debe actualizarse y formar parte de la evolución
tecnológica que frenéticamente avanza desde los más jóvenes: nuevos lectores
por los textos (hipertextuales) y la manera de leer (intermitente y
colaborativa).
El nuevo árbol de la ciencia |
Hay que tener en cuenta
que el uso de dispositivos y aplicaciones móviles puede ser un arma de doble
filo para dar clase a los que no quieren. A veces se convierte en la principal
causa del desinterés, desmotivación y desconcentración en el aula; ahora bien,
existe una forma de dirigir esta herramienta tan útil para inmiscuir al alumno
en el proceso de E/A y hacer que quiera, que participe y que colabore en este
conocimiento cooperativo que es la educación.
Así pues, en estas
líneas planteamos una problemática observada durante las prácticas (la
existencia de alumnos que no quieren que les den clase) y generamos una
propuesta para solucionarla, convirtiendo a los QNQ en QSQ a partir de las TIC;
dentro de nuestra especialidad y con ánimo de servir al resto de materias[6].
[1] Nos referimos al proceso de
enseñanza-aprendizaje (E/A) por considerarlo base de la educación actual
(mediante TIC): a través de un aprendizaje cooperativo (que empalice con el
alumno) y un enfoque comunicativo (que lo motive).
[2] Hablamos de Lengua y Literatura
españolas para referirnos a la materia obligatoria de la educación secundaria
que recibe el nombre de “Castellano” por tratar esta de la lengua y la
literatura en el idioma español, y no solo de la escrita en Castilla.
[3] Para este trabajo nos basamos en
la edición que Graó publica en Barcelona en 2011.
[4] Utilizamos esta sigla a raíz de
Joan Vaello.
[5] Somos conscientes de las
dificultades económicas por las que atraviesa el sistema educativo público,
pero también estamos seguros (y orgullosos) de que actualmente, en España, el
acceso a un ordenador está al alcance de cualquiera. Aunque las instalaciones
del centro educativo no cuenten con los medios suficientes para explotar las
TIC, en cualquier biblioteca, domicilio o comercio existe conexión a Internet.
En el aula se guía al alumno; es en el resto del tiempo donde se explotan estas
dinámicas.
[6] Este trabajo se fundamenta en
una primera parte teórica (aunque, al tratarse de una problemática-propuesta,
se alude constantemente a ejemplos prácticos) donde se describen los cuatro
aspectos que permiten dar clase a los QNQ, y una segunda parte práctica en la
que se alude de forma concreta a tres usos de las TIC con los alumnos de 4º de
ESO que menos interés tienen y muestran en el aula.
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