miércoles, 28 de mayo de 2014

"Horizontal, seis letras, nombre(s) de dama": Serrat y Sabina, El símbolo y el cuate.




“Rosa de Lima” se escuchó anoche en Versión española, en la 2. También sonaron “Como un dolor de muelas”, “Con la frente marchita”, “Dieguitos y Mafaldas”... e incluso los mariachis le tocaron “Y nos dieron las diez” a su autor, sin saberlo. “Mediterráneo” navegó por océanos y ríos, con familias del exilio y artistas como Eduardo Galeano y Ricardo Darín. La historia de Latinoamérica y la de estos pájaros están vinculadas: una afectó a los otros, y estos le devolvieron mucho; poco, según ellos: “América Latina nos da infinitamente más de lo que le podemos dar nosotros”.

  
“Menos lo que buscaba, todo lo encontré en la ciudad más grande del mundo”. Mientras de noche un coche se dirige al inmenso mar de luces que es Ciudad de México, Joaquín Sabina nos confiesa el único verso de una canción apenas comenzada, dedicada al Defectuoso. Es inútil aguantar las lágrimas. Quien ama a México o a Sabina, o a ambas joyas, se emociona con el comienzo de El símbolo y el cuate.

El título se debe a la descripción del periodista mexicano Ricardo Rocha: “Serrat es el símbolo, el soñador de pelo largo que quisimos ser... Y Sabina es el cuate, el amigo que todos queremos tener”. Serrat es comprometido, poeta, responsable y tierno; Sabina es comprometido, poeta, irresponsable y rasposo (como sus voces): ambos geniales. El de Úbeda dice: “Yo voy de Sancho Panza, él es don Quijote”. Hay que agradecer en ese caso que el catalán persiga la locura de enseñar y hacer feliz a tanta gente. Desde su llegada a México, exiliado por la dictadura franquista, cabalga en furgoneta, cantando. Del mismo modo, Sabina se enamora de Chavela Vargas en el Tenampa, en la Plaza Garibaldi. Es por eso que quizá México sea la bisagra que une España y Latinoamérica.

Pancho Varona y Antonio García de Diego, Noche sabinera

Jimena es fundamental en la vida y en la obra de Sabina. Según este: “Si hago lo que me pide el cuerpo, al día siguiente no canto”. Al acompañarlos en la gira, junto a la mujer de Serrat, hay una dulzura familiar que convierte el arte en amor. Para el mandragoriano Javier Krahe, todo es “toser y cantar”. Los que tosen pero no cantan son los enfermos del hospital argentino que la Orquesta del Titanic visita. A partir de ahora es imposible escuchar “Esos locos bajitos” sin imaginar las llorosas caras de aquellos muchachos, frente a sus símbolos y sus cuates. También lloran los músicos Pancho Varona y Antonio García de Diego en la despedida, en la Bombonera. ¿Será el último concierto?

Seguramente sí. Hay que ver lo que fuma y bebe Sabina. No para. Incluso en la entrevista en televisión lleva un falso cigarrillo que le pone de mala hostia. O lo que le jode es la situación de su país, recortado insana y maleducadamente. “¡Viva el PP!” entona en medio del debate. “Viva el Pepe, Pepe Mujica”, intenta arreglarlo, seguramente después de imaginar las reacciones de los que no estaban ahí presentes. Sabina no está hecho para las cámaras. El mismo Serrat lo explica cuando recibió la llamada de Francesc Relea en la Semana Negra de Gijón, planteándole la idea de El símbolo y el cuate:

-“Me negué por ti”, dice el nano ‒dirigiéndose a Sabina‒.
-“¿Temías que me encabronara con tanta cámara, primo?”.
-“No, temía que te retrataran demasiado”.


El símbolo y el cuate no es solo un recorrido de Serrat y Sabina por Latinoamérica, es la historia del continente en la contienda de unos pájaros que naufragan voluntariamente. La historia del Subcomandante Marcos en “Como un dolor de muelas” o la de las Abuelas de la Plaza de Mayo con su presidenta Estela de Carlotto en “Con la frente marchita” explican la necesidad de canciones que recuperen la memoria. Serrat recuerda a Violeta Parra en el Estadio Nacional de Chile, donde asesinaron a Víctor Jara. 17 años después de que le negaran la entrada al país y de que grabara un mensaje para los ciudadanos, Serrat retoma el canto que dejó “colgao”.

Fue un lujo que la televisión pública emitiera El símbolo y el cuate (2013), y mucho más que Cayetana Guillén Cuervo juntara a los protagonistas y a su director: Francesc Relea. #VersiónSerratSabina fue Trending topic durante horas, Twitter, Facebook y la página web informan de todos los detalles de esta joya de la música y de la historia.

Joaquín Sabina, Cayetana Guillén Cuervo, Joan Manuel Serrat y Francesc Relea

No hay comentarios:

Publicar un comentario