domingo, 11 de mayo de 2014

La vida inesperada: la indecisión de la decisión

La vida inesperada (2014 ‒es importante el año‒) es una historia de los españoles que viajan al extranjero para no asfixiarse por la crisis. Una tragicomedia “woodyallenesca” que satiriza lo cotidiano y te hace reflexionar sobre un momento que a todos nos llega: la decisión. ¿Elegir es descartar? En ese caso yo no descarto la vida inesperada.


Jorge Torregrossa dirige la película que, escrita por Elvira Lindo, protagonizan Javier Cámara (Juanito), Carmen Ruiz (Sandra) y Raúl Arévalo (Primo). Juanito vive ya diez años en Nueva York, donde el pluriempleo le ayuda a pagar su pequeño apartamento. Su primo (ni tiene nombre ni hace falta, pues es un tipo que todos conocemos) lo visita. En este momento, a priori, Juanito parece un “primo”. Sin embargo, con el tiempo, con los diálogos espontáneos, con el trato y con el maltrato ambos evolucionan a desenlaces imprevisibles.

La ciudad de Nueva York envuelve las luces y sombras del desamparo, con y sin cortinas. La aventura de los españoles que viajan despedidos, laboral y vitalmente, es encarnada por un Javier Cámara que es capaz de hacer de ruso, de Dionisio en Tres sombreros de copa de Miguel Mihura, de profesor de cocina española (sin saber freír un huevo), de barman, de dependiente de ultramarinos y de lo más difícil: de primo. Las conversaciones con su madre, por Skype, hacen desternillarse al espectador. Cada mañana (y cada tarde en España) vemos a un hijo y a su madre separados por un océano de preguntas preocupadas y respuestas tergiversadas.

            La música, de Lucio Godoy y Federico Jusid, y la fotografía, de Kiko de la Rica, crean una dimensión en la que inevitable y gustosamente nos adentramos para disfrutar y sufrir de una vida inesperada.



La realidad no lo es tanto. El éxito es relativo, la vida no es fácil: “tiene a veces giros inesperados, y hay que estar atento y aprovecharlos”. Constantemente estamos interpretando un papel con el que no siempre triunfamos. Ahora bien, ¿qué es más importante triunfar o ser feliz? ¿Se es feliz siempre que se triunfa? ¿Se triunfa siempre que se es feliz?

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